Piel Cambiada

Círculo que la vida me ha enseñado. Que venimos atadas desde la cuna. Que nos consideran una subclase aparte, dedicadas exclusivamente, a satisfacer, a someternos, a servir, a dejarnos golpear, y a esconder en el último cajón de nuestra alma, nuestro ser, nuestra esencia.

Cuerpos que no sirven para satisfacer solamente, sino que anhelan ser satisfechos. Que no son máquinas expendedoras de placer... sino seres que experimentan y anhelan ese placer. Que no somos de metal, que nuestro corazón no es de piedra... sino de sedas suaves, de pétalos de rosa... que una mirada, que una palabra nos rompe en pedazos..... y lo golpes nos destruyen y matan....

Cerebros pensantes, creativos y hermosos. Que no solo sirven para planear la comida del día, que no solo sirven para escoger un buen detergente, que hay riquezas, cultura, intelecto, astucia, perseverancia... que hay un cúmulo de cualidades dentro, que escondemos, que no han sido descubiertas....

Seno que lleva en si una vida.... corazón de madre que permanece intacto aún cuando el hijo sea viejo... fidelidad, entrega, pasión y amor... Distorsionadas por la cruel realidad de la vida, por el paso de los años y el desprecio de los muchos.... pero mujeres al fin..... no máquinas para procrear... no abnegadas, no atadas a la cuna, sino partícipes de la creación, del diseño de vidas, de la construcción de carácteres, de la realización de hombres y mujeres en ciernes...

Corazón, que anhela ser lleno. Oídos, que anhelan dulzura. Cuerpo, que buscan sumirse en el placer sin límite. Mente, que anhela ser puesta a prueba. Y un camino cuesta arriba para abrirse paso entre los convencionalismos y las herencias generacionales, que nos han hecho poco mujeres... frígidas, amargadas, tristes, frustradas... olvidando la hermosura, que encierra nuestra esencia... olvidando que si, tal vez en algún momento fuimos oruga... pero nos convertiremos en hermosas mariposas.



Image ©Joe Parkin