Piel Cambiada
jueves, enero 06, 2011
las mustias tardes
en el silencio de nuestras tardes frías te amaré
y debajo de una sábana una sonrisa me recordará tu aroma
cuando perdida en tu pecho escalaba mi montaña
y en la felicidad de sentirte cerca llegaba hasta el cielo
el espejo de las aguas reflejará cuanto te adoro
cuanto idolatro tus suaves carnes,
cuanto me pierdo al recorrerte con el corazón
y como pierdo la razón cuando tus besos me envuelven
sentirás en tu pensar, el eco de mis gemidos
los latidos de mi corazón, el zizeo de las yemas de mis dedos
al adentrarme en ti, corazón amado, al amarte
al devorarte con pasión en esas tardes mustias de enero
cuando el sol caía y al compás de las gotas del grifo
nuestras caricias brotaban, eyaculando miel y fantasía
y las salivas se mezclaban con ardor, en el caer del día
cuando los silencios se acercaban a la calle, al farol y a nuestra puerta
recordaré tu sonrisa de medio lado, y tus brazos abiertos
cuando al terminar el amor, empezabamos el amor
y nuestras piernas se abrazaban, como queriendo no dejarse
y las manos entrelazadas, con el chasqueo de las argollas del pacto
y entonces me tomaré un café, para calentar mi alma...
y debajo de una sábana una sonrisa me recordará tu aroma
cuando perdida en tu pecho escalaba mi montaña
y en la felicidad de sentirte cerca llegaba hasta el cielo
el espejo de las aguas reflejará cuanto te adoro
cuanto idolatro tus suaves carnes,
cuanto me pierdo al recorrerte con el corazón
y como pierdo la razón cuando tus besos me envuelven
sentirás en tu pensar, el eco de mis gemidos
los latidos de mi corazón, el zizeo de las yemas de mis dedos
al adentrarme en ti, corazón amado, al amarte
al devorarte con pasión en esas tardes mustias de enero
cuando el sol caía y al compás de las gotas del grifo
nuestras caricias brotaban, eyaculando miel y fantasía
y las salivas se mezclaban con ardor, en el caer del día
cuando los silencios se acercaban a la calle, al farol y a nuestra puerta
recordaré tu sonrisa de medio lado, y tus brazos abiertos
cuando al terminar el amor, empezabamos el amor
y nuestras piernas se abrazaban, como queriendo no dejarse
y las manos entrelazadas, con el chasqueo de las argollas del pacto
y entonces me tomaré un café, para calentar mi alma...
posted by Unknown at 11:13 p.m.
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